domingo, 9 de agosto de 2009

Politicamente crudo

Diatriba contra los políticos

En Colombia resulta necesario que los ciudadanos le demos una lección a caciques, clientelistas, mentirosos, ladrones, corruptos, y a toda esa fauna infame que se pasea encorbatada por los salones en donde se decide sobre el futuro del país.

Ellos son los grandes delincuentes de Colombia. Los “Padres de la Patria” no son ningún buen ejemplo para sus hijitos. Al contrario son la vergüenza de la familia. Ellos se lucran con el narcotráfico y con la guerra que tanto dicen combatir. Roban y despilfarran el dinero del Estado. Han gobernado este país durante decadas y cada vez entregan más pobres, más muertos por la guerra, más gente arrastrada a robar para vivir, más familias condenadas a la esclavitud. Ante esto es inevitable pensar que son padres estúpidos, incapaces y pusilánimes o que son unos criminales de alta categoría.

Ahora empiezan de nuevo a desfilar para pedir votos. Ya andan recorriendo el país prometiendo tiempos de cambio cuando lo único que podemos esperar de ellos es que suban al poder a beneficiar a sus propias mafias. En Colombia todos los políticos son mafiosos. Ni uno de ellos se salva. Todos quieren subir al poder para beneficiar a sus grupusculos de empresarios, narcos, o ejercitos privados. A ninguno le importan los temas de fondo, a nadie le interesa velar por el interés general y hacer que El Estado garantice los derechos a todos sus ciudadanos. Todos los políticos de este país son sanguijuelas que esperan la oportunidad para aferrarse a una vena que los engorde, que les permita tener una vida privada segura, amable, cómoda.

Algunos, los aristocratas de antaño, los delfines, los herederos de los saqueos con que arrastraron a millones a las ciudades para explotarlos en empresas y empobrecerles el espíritu haciendoles creer que eran libres; libres de morirse de hambre y de crecer en la ignoracia y la indignidad. Esos son los viejos ricos que quieren seguirse enriqueciendo aun más con la miseria de la mayoria de los colombianos. Este tipo de políticos son como los gusanos que se han ido engordando y procreando dentro de la fruta fresca mientras la van pudriendo. Ellos son los que aparecen en los textos de historia de Colombia firmando tratados, emprestitos, convenios y disputándose el poder a sangre y fuego sin siquiera arrugarse el traje.

También están los nuevos ricos de la Política. Los traquetines de pueblo, los hijos inteligentes de pelmazos adinerados que con ideologías prestadas, con ideitas sacadas de cualesquier universiteca gringa o de sus profundos debates en medio de Old Par, perico y putas. Son los que manosean las regiones y se van a Bogotá a vender sus burocracias. Los nuevos ricos de la política son trepadores profesionales, son serpientes que se arrastran hasta el momento en que logran sacar su cabeza de la maleza y pueden dar su mejor mordida.

Por fuera de este escenario en donde se reparte la plata, los puestos y los beneficios inmerecidos de la Nación estamos nosotros los colombianos de a pie que seguimos reeligiendolos sin antes pensar que son precisamente ellos quienes han arrastrado a muchos colombianos a la miseria y a la desesperación. En las elecciones que se avecinan deberiamos decirles a todos NO. El voto en blanco debería ser nuestro mejor candidato y la acción ciudadana no violencia y propositiva debería reemplazar la farsa de unas elecciones en la que lo único que podemos elegir es a quien nos va a robar menos.